Autobús de Sofía a Lille

La capital búlgara, Sofía, se encuentra en el Valle de Sofía, a los pies de la montaña Vitosha. Conocida por su vasta historia de más de siete milenios, Sofía es una de las ciudades más antiguas de Europa, lo que la convierte en una metrópolis en la que las antiguas tradiciones se unen al entretenimiento moderno.

El destino turístico más emblemático y popular de Sofía es la Catedral de San Alejandro Nevski. Terminada en 1912 y construida como monumento a los 200.000 soldados rusos que murieron en la Guerra de Liberación Ruso-Turca, la cripta de la catedral está abierta a los visitantes y cuenta con una amplia colección de iconos religiosos.

Debido a la larga y fascinante historia de Sofía, no es de extrañar que la ciudad esté repleta de lugares históricos y edificios que definen una época. La Iglesia Rotonda de San Jorge es uno de esos lugares y se dice que es el edificio más antiguo de Sofía. Esta ruina data del siglo IV, y sólo el hecho de que haya permanecido casi intacta desde entonces es razón suficiente para visitarla.

Sofía también ha desarrollado una vibrante escena contemporánea, con numerosos festivales y eventos que se celebran anualmente, como el internacionalmente destacado Festival de Cine Independiente de Sofía y el Festival GuitArt.

Se puede llegar fácilmente a Sofía en avión a través de su aeropuerto internacional, convenientemente situado, así como en tren desde varias ciudades de países cercanos, como Estambul, Belgrado y Bucarest. Varios servicios de autobús internacionales y nacionales también ofrecen transporte diario a la ciudad. La gran mayoría de ellos salen de la Estación Central de Autobuses de Sofía.

Lille, que fue un importante centro comercial en el histórico Flandes francés, es ahora la capital de la región de Hauts-de-France, cerca de la frontera belga. Con fuertes influencias flamencas y un centro de la ciudad siempre animado, Lille es un increíble destino del norte de Francia.

Es difícil decidir a dónde ir primero en esta ciudad llena de edificios históricos de gran belleza arquitectónica. El Vieux-Lille es posiblemente una de las zonas más llamativas, repleta de edificios ornamentados. Esta zona del casco antiguo de Lille muestra la verdadera alma flamenca de la ciudad. Visita la Place du General-de-Gaulle o la Vieille Bourse (¡una bolsa de valores de los años 1600!) para conocer la historia de la ciudad, o simplemente pasea por las calles empedradas para descubrir muchos cafés locales.

Durante tu visita a Lille, debes probar las comidas y bebidas por las que la región es famosa. El norte de Francia alberga una increíble escena cervecera, con muchos bares artesanales que ofrecen una experiencia verdaderamente franco-flamenca. Además, la proximidad de Lille a Bélgica hace que nunca esté demasiado lejos de los gofres. Los gofres al estilo belga han hecho las delicias de los habitantes de Lille durante más de 250 años, y podrás ver por qué en cuanto pruebes uno.

Viajar a Lille es excepcionalmente cómodo. Llega en Eurostar desde Londres o en TGV desde París y otras grandes ciudades. Lille también cuenta con un pequeño aeropuerto que ofrece vuelos directos desde los países cercanos. El medio de transporte más barato suele ser el autobús. Compañías de transporte como FlixBus, BlaBlaCar Bus y Sindbad realizan rutas de autobús desde Lille a destinos de toda Europa occidental.