Autobús de Kiel a Mönchengladbach

Kiel es una ciudad portuaria situada en la costa del mar Báltico, conocida por su papel en la Segunda Guerra Mundial como base de la flota de submarinos alemana. Grandes transbordadores transportan a los visitantes desde Escandinavia hasta la ciudad. Así que, si estás listo por descubrir Kiel, empieza por su puerto. Justo en el paseo marítimo, la Kiellinie es un paseo que comienza en Schlossgarten y termina en Hindenburgufer. Está lleno de clubes náuticos, cafés, restaurantes e incluso un pequeño acuario.

Para más atracciones acuáticas, visita el Canal de Kiel, un canal fabricado que va desde el Mar Báltico hasta el Mar del Norte. En la cercana localidad de Holtenau, podrás ver pasar los barcos por las esclusas y aprender más en un pequeño museo dedicado al canal.

Si quieres conocer la historia de Kiel, no te puedes perder el Schiffahrtsmuseum. Este museo marítimo se encuentra en el lugar donde se encontraba el mercado de pescado de Kiel. Pinturas, instalaciones e incluso barcos muestran el legado de la ciudad en la industria marítima.

En definitiva, hay mucho que ver, hacer y experimentar en Kiel. Para llegar a la ciudad, puedes viajar en Deutsche Bahn, DB Intercity o FlixTrain. También hay algunos autobuses que prestan servicio en la zona, como FlixBus y Sindbad. El aeropuerto más cercano está a una hora al sur, en Hamburgo.

Situada a medio camino entre Düsseldorf y la frontera holandesa en el oeste de Alemania, Mönchengladbach es mejor conocida por su equipo de fútbol y el famoso estadio Borussia-Park donde juega el equipo. Sin embargo, Mönchengladbach también cuenta con un variado patrimonio cultural, una rica escena artística y muchos espacios verdes para entretener a los que no son aficionados a la Bundesliga que la visitan.

Descubre la cultura artística de Mönchengladbach en el Museo Abteiberg. Lleno de arte contemporáneo y moderno, el Abteiberg se ha convertido en un icono por su amplia colección de arte envidiable, que incluye obras de Franz Marc, Man Ray y Marcel Duchamp. Un magnífico jardín de esculturas también hace que merezca la pena visitar el museo.

Si prefieres algo más histórico, dirígete al Schloss Rheydt. Este impresionante palacio amurallado, reconstruido durante el Renacimiento con los arcos y fachadas que se ven hoy, data del año 1060. Todos los días se realizan varias visitas guiadas en las que se muestran armas, obras de arte y exposiciones. No pierdas de vista a loa fabulosos pavos reales que se pasean por el recinto.

Las conexiones ferroviarias de Mönchengladbach ofrecen viajes a Duisburgo, Düsseldorf y Colonia. Desde estas grandes ciudades, puedes hacer transbordo a los trenes de larga distancia que recorren la mayor parte de Europa. Los autobuses interurbanos también llegan a Mönchengladbach, con rutas regionales ofrecidas por FlixBus and Sindbad.