Autobús de Plauen a Ratisbona

Plauen es una ciudad en estado de Saxony, cerca de la frontera alemana con República Checa. La historia de Plauen está estrechamente ligada a su industria de encajes y bordados, por lo que su primera parada debe ser el Museo de la Máquina del Bordado. Aquí, aprenderás sobre la historia textil y de la moda, además de descubrir la fabricación y la maquinaria de principios de siglo. Si no tienes suficiente, Plauen no tiene escasez de museos y atracciones relacionadas con la industria del bordado; Plauener Spitzenmuseum, Weberhäuser y Weisbachsches Haus son algunas de las opciones más populares.

Plauen cuenta con una pequeña área en el centro de la ciudad, muy fácil de recorrer, con una mezcla de comida rápida, cenas internacionales y clásicos restaurantes alemanes para encontrar lo que sea que busques. Deja suficiente tiempo para deambular por las calles de las ciudades y maravillarte de los diferentes estilos arquitectónicos de iglesias, museos, edificios gubernamentales y más.

Puedes viajar a Plauen en FlixBus o varias líneas de tren de Deutsche Bahn. Estas conexiones también significan que Plauen puede ser una parada en el camino hacia ciudades más grandes como Dresde o Praga, ya que los boletos a estas ciudades son muy asequibles.

Situada en el suroeste de Alemania a lo largo del río Danubio, Ratisbona es una de las ciudades más pintorescas del país, gracias a su bien conservado centro medieval. Ratisbona es una de las ciudades más antiguas de Alemania, fundada por los romanos en 179 d. C.

Para experimentar la historia antigua de la ciudad, coloca el casco antiguo en la parte superior de tu itinerario. Este Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO es hogar de más de 1,000 monumentos y reliquias que datan del Imperio Romano, todos sorprendentemente bien preservados. En la Edad Media, el casco antiguo era una ciudad mercantil de rápido crecimiento que a menudo recibía bienes de China y la India, y este intercambio transcontinental influyó en la cultura y la arquitectura de Ratisbona.

En contraste con la extensa historia de la ciudad, Ratisbona también tiene una enorme población estudiantil. Los estudiantes le dan a la ciudad una sensación moderna y relajada, y los muchos bares, restaurantes, cafés y tiendas contemporáneos atienden a esta multitud joven y a visitantes por igual.

Ratisbona también es famosa por su café. A los amantes del café les costará caminar por las calles sin detenerse en una de las muchas cafeterías, cada una de las cuales ofrece una bebida tan fabulosa como la anterior. Lleva una bolsa adicional para llevar a casa todo el café artesanal alemán que puedas.

Ratisbona está ubicada cerca a los aeropuertos internacionales de Múnich y Nuremberg. La estación central de tren también está bien conectada con el resto del país y parte de Europa por medio de los trenes ICE, IC y EC. Las líneas de autobús incluyen FlixBus y Sindbad operan económicos viajes terrestres a destinos como Praga, Cracovia y Viena.