Autobús de Rotterdam a Fráncfort del Meno

Con sus orígenes como un pequeño pueblo de pescadores en el siglo XIII, Róterdam es ahora el puerto más grande de Europa. La arquitectura única de la ciudad atrae a visitantes de todo el mundo, con sus numerosos edificios angulosos y de vidrio que destacan entre gran parte del estilo arquitectónico del viejo mundo europeo. Merece la pena visitar Róterdam por sí sola, o viajar en un recorrido completo por 8 ciudades holandesas.

El apasionante ambiente contemporáneo de Róterdam se extiende a su escena artística y de diseño, que alberga numerosas galerías de arte moderno y Groos, una amplia y ecléctica tienda conceptual que vende piezas de diseñadores de Róterdam. Para un museo de arte más tradicional, visita el Museum van Boijmans Beuningen, una de las mejores galerías de arte de Europa que exhibe obras de Van Gogh, Monet y Magritte.

Róterdam también alberga una creciente escena gastronómica, y los visitantes pueden experimentarla en el impresionante Markthal. Con más de 100 puestos y restaurantes, el Markthal es el mejor lugar para que los visitantes prueben la auténtica cocina local.

Llegar a Róterdam es sencillo, ya sea por mar, aire, tren o carretera. Varias compañías aéreas vuelan al aeropuerto de Róterdam-La Haya, y un cómodo autobús ofrece transporte frecuente a la ciudad. La estación Central de Róterdam también ofrece servicios de tren internacionales por toda Europa, y FlixBus ofrece un cómodo viaje desde varios lugares del continente. Además, puedes tomar un ferry a Róterdam desde Hull en el Reino Unido y conocer de primera mano el famoso puerto de la ciudad.

Fráncfort es el centro financiero de Alemania, sede del Banco Central Europeo. Esta ciudad ribereña ofrece una gran variedad de atracciones culturales e históricas repartidas entre sus instituciones financieras y comercios.

Tu primera parada debería ser la Ciudad Vieja, a lo largo del río Meno. El barrio de la Ciudad Vieja, que en su día fue el centro de la ciudad, alberga ahora el Römer, o ayuntamiento, junto a una hilera de pintorescas casas de madera. Detente en el Kleinmarkthalle, un animado mercado en el interior, para comer una salchicha como bocadillo antes de pasear por algunos de los museos de la Ciudad Vieja: Saalgasse, Dommuseum y Museum für Moderne Kunst (Museo MMK) te servirán para empezar. Dos de las iglesias más importantes de Fráncfort, la Catedral de San Bartolomé y la Iglesia de San Nicolás, también se encuentran en la zona.

La comida es siempre una delicia en Fráncfort. Varios restaurantes con estrellas Michelin te seducirán, como el Restaurante Lafleur, Restaurante Gustav, Restaurante Villa Merton y Carmelo Greco. Si prefieres una comida más asequible y una animada vida nocturna, dirígete al barrio de Bahnhofsviertel, cerca de la estación de tren de la ciudad.

La estación de tren de Bahnhofsviertel da servicio a las líneas ferroviarias nacionales e internacionales de Deutsche Bahn, DB Intercity, FlixTrain, vlexx y Railjet. También puedes llegar fácilmente a Fráncfort en compañías de autobús como FlixBus y Sindbad. Además, entrar y salir de Fráncfort es muy fácil ya que el aeropuerto es uno de los más grandes de Alemania y el principal centro de operaciones de la compañía aérea Lufthansa.