Tren de Fráncfort del Meno a Copenhague

Fráncfort es el centro financiero de Alemania, sede del Banco Central Europeo. Esta ciudad ribereña ofrece una gran variedad de atracciones culturales e históricas repartidas entre sus instituciones financieras y comercios.

Tu primera parada debería ser la Ciudad Vieja, a lo largo del río Meno. El barrio de la Ciudad Vieja, que en su día fue el centro de la ciudad, alberga ahora el Römer, o ayuntamiento, junto a una hilera de pintorescas casas de madera. Detente en el Kleinmarkthalle, un animado mercado en el interior, para comer una salchicha como bocadillo antes de pasear por algunos de los museos de la Ciudad Vieja: Saalgasse, Dommuseum y Museum für Moderne Kunst (Museo MMK) te servirán para empezar. Dos de las iglesias más importantes de Fráncfort, la Catedral de San Bartolomé y la Iglesia de San Nicolás, también se encuentran en la zona.

La comida es siempre una delicia en Fráncfort. Varios restaurantes con estrellas Michelin te seducirán, como el Restaurante Lafleur, Restaurante Gustav, Restaurante Villa Merton y Carmelo Greco. Si prefieres una comida más asequible y una animada vida nocturna, dirígete al barrio de Bahnhofsviertel, cerca de la estación de tren de la ciudad.

La estación de tren de Bahnhofsviertel da servicio a las líneas ferroviarias nacionales e internacionales de Deutsche Bahn, DB Intercity, FlixTrain, vlexx y Railjet. También puedes llegar fácilmente a Fráncfort en compañías de autobús como FlixBus y Sindbad. Además, entrar y salir de Fráncfort es muy fácil ya que el aeropuerto es uno de los más grandes de Alemania y el principal centro de operaciones de la compañía aérea Lufthansa.

Copenhague es la capital danesa, situada en la costa oriental de la isla de Zelanda. Copenhague tiene fama de ser la ciudad más feliz del mundo, así que dirígete a Escandinavia para probar esa felicidad por ti mismo.

Uno de los lugares más populares para visitantes y lugareños son los Jardines Tivoli: uno de los parques temáticos más antiguos y visitados del mundo. Con más de dos docenas de atracciones y un jardín de recreo, se puede pasar fácilmente todo el día paseando por este emocionante pueblo.

Haz un recorrido por el Nyhavn, o "Puerto Nuevo", para descubrir la historia de Copenhague. Las casas de colores vivos y los viejos barcos de madera amarrados allí son encantadoramente daneses, e incluso podrás ver los lugares en los que vivió el autor más conocido de Dinamarca, Hans Christian Anderson. Los fans de su obra también deben visitar la estatua de la Sirenita, obra de Edvard Erikson, que se ha convertido en el símbolo no oficial de la ciudad. ¿Estás cantando "Parte de tu mundo"?

Copenhague también alberga una fantástica cultura de las compras. Da un paseo por Strøget para encontrar boutiques de alta gama y locales independientes, así como algunos de los edificios históricos más importantes de Copenhague. Al ser una de las mayores calles comerciales peatonales de Europa, seguro que encontrarás todos los artículos escandinavos de moda que buscas.

Copenhague es uno de los puntos centrales de los viajes en Escandinavia. El Aeropuerto Kastrup da bienvenida a vuelos de todo el mundo, mientras que el puente de Öresund conecta la ciudad con Malmö en Suecia a través del estrecho de Kattegat. Además, el servicio de trenes y autobuses de compañías como Nettbuss y FlixBus facilitan el acceso a Copenhague desde ciudades europeas cercanas.

Hay 2 estaciones diferentes que ofrecen servicio de tren a Copenhague, de esta forma puedes ver cuál se ajusta más a tus planes de viaje.. La estación de salida más transitada en Fráncfort del Meno que opera esta ruta es: