5,0
Pros: El tren es un regalo de Dios para el viajero interesado en las bendiciones del camino y en el destino. Fue maravilloso dejarse llevar en un vehículo bien mantenido por una conductora comunicativa y su equipo. Anunciaron las paradas y las precauciones de seguridad que debían observarse durante el viaje y al salir, destacaron las mejoras disponibles a bordo para nuestro viaje (por ejemplo, la cafetería) y respondieron a mis inquietudes con paciencia y amabilidad. Los asientos eran cómodos, incluso lujosos, ¡y yo estaba en el autobús! No me faltaba nada bueno mientras contemplaba el río y sus altos juncos a través de mi limpia ventana del tamaño perfecto. La tripulación también limpió los baños durante nuestro viaje, por lo que no fue un horror ir a hacer sus necesidades. Consejos: Reimagine su viaje. Incluso si viaja por negocios, piense en el regalo que supone el tiempo de camino a su reunión presencial. Considera la posibilidad de sentarte junto a la ventana. Considera dejar que las maravillas dirijan tu atención en lugar de un mandato ejecutivo. Mirar. Fotografía. Diario. Dibuja. Sueña. Afligido. Alégrate. Introduce el don de estar vivo y te darás cuenta de que eres más útil a tu llegada y a tu reunión.