Autobús de Brujas a Ratisbona

La tranquila ciudad de Brujas se encuentra en la región flamenca de Bélgica. Principalmente conocida por sus canales serpenteantes, arquitectura medieval y una variedad de delicias para comer y beber, esta pequeña ciudad belga es una delicia para descubrir.

Brujas alberga algunos de los edificios medievales mejor conservados del mundo, lo que permite a los visitantes pasear por las calles empedradas y sentirse realmente transportados en el tiempo. Con sus muchas plazas pequeñas y calles pintorescas, es fácil ver por qué la ciudad es vista como una de las ciudades más románticas del mundo.

Como la mayor parte de Bélgica, Brujas es la meca de la comida y la bebida. Con la fama mundial de la cerveza belga, no sorprende que la ciudad albergue el Museo de la Cerveza y varias cervecerías con recorridos diarios. La cervecería más grande de Brujas, "2be Beer Wall'', ofrece una variedad infinita de cervezas, pero no faltan bares pequeños para probar la artesanía local. Si la cerveza no te atrae, quizás los mundialmente famosos chocolates belgas sean lo tuyo. Casi todas las calles de Brujas tienen una tienda de chocolates, por lo que es casi imposible resistir la tentación de probar algunos. Oye, el chocolate negro es más saludable, ¿verdad?

El excelente sistema ferroviario de Bélgica hace que sea fácil viajar a Brujas. Los trenes llegan desde Bruselas cada 30 minutos y conectan fácilmente Brujas con el aeropuerto de Bruselas. Los servicios de autobús internacionales también brindan acceso a la ciudad desde muchos otros destinos europeos.

Situada en el suroeste de Alemania a lo largo del río Danubio, Ratisbona es una de las ciudades más pintorescas del país, gracias a su bien conservado centro medieval. Ratisbona es una de las ciudades más antiguas de Alemania, fundada por los romanos en 179 d. C.

Para experimentar la historia antigua de la ciudad, coloca el casco antiguo en la parte superior de tu itinerario. Este Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO es hogar de más de 1,000 monumentos y reliquias que datan del Imperio Romano, todos sorprendentemente bien preservados. En la Edad Media, el casco antiguo era una ciudad mercantil de rápido crecimiento que a menudo recibía bienes de China y la India, y este intercambio transcontinental influyó en la cultura y la arquitectura de Ratisbona.

En contraste con la extensa historia de la ciudad, Ratisbona también tiene una enorme población estudiantil. Los estudiantes le dan a la ciudad una sensación moderna y relajada, y los muchos bares, restaurantes, cafés y tiendas contemporáneos atienden a esta multitud joven y a visitantes por igual.

Ratisbona también es famosa por su café. A los amantes del café les costará caminar por las calles sin detenerse en una de las muchas cafeterías, cada una de las cuales ofrece una bebida tan fabulosa como la anterior. Lleva una bolsa adicional para llevar a casa todo el café artesanal alemán que puedas.

Ratisbona está ubicada cerca a los aeropuertos internacionales de Múnich y Nuremberg. La estación central de tren también está bien conectada con el resto del país y parte de Europa por medio de los trenes ICE, IC y EC. Las líneas de autobús incluyen FlixBus y Sindbad operan económicos viajes terrestres a destinos como Praga, Cracovia y Viena.