Phoenix, en el centro del suroeste de Estados Unidos, es la capital de Arizona y uno de los mejores destinos para escapar de los meses de invierno. Pero no vamos a mentir, puede ponerse DEMASIADO caliente.
Puedes tomar algunas margaritas junto a la piscina en cualquiera de los muchos resorts de la ciudad, o puedes salir y disfrutar de algunos de los paisajes únicos del desierto de Sonora. Para tener impresionantes vistas de la ciudad y del desierto, sube a la Camelback Mountain, una montaña de 2.700 pies (825 metros) que se asemeja a un camello arrodillado. Si eres más fanático de Tiger Woods que de las montañas con forma de camello, mira por qué Phoenix es considerado uno de los mejores destinos para practicar el golf, visitando uno de los más de 200 campos de golf.
Tal como un fénix (Phoenix) resurgiendo de sus cenizas, tú también puedes vencer tus músculos adoloridos después de un largo día de senderismo o golf y prepararte para visitar la ciudad. Al fin y al cabo, Phoenix es una de las ciudades más fiesteras de Estados Unidos. De hecho, Roosevelt Row, un distrito de artes creativas conocido por sus galerías y paredes cubiertas de murales, es uno de los muchos lugares de Phoenix que vuelven a la vida después de que cae el sol. Lugares recomendados en Roosevelt Row incluyen el Churchill and Arizona Wilderness Brewing Co, así como The Duce, el cual ofrece noches temáticas que van desde Noches de Vaqueros hasta Noches de Cabaret.
Llegar a Phoenix es mucho más fácil que superar tu resaca. El Aeropuerto Internacional Phoenix Sky Harbor es un enorme y concurrido aeropuerto a las afueras del centro, y el servicio de autobús es operado por estaciones por toda la ciudad que conectan a Phoenix con destinos en el suroeste y más allá. Desafortunadamente, Phoenix no cuenta con servicio de tren.