Autobús de Estrasburgo a Friburgo de Brisgovia

Situada cerca de la frontera con Alemania, Estrasburgo es una ciudad con una rica historia cultural y sorprendentes monumentos locales. Asegúrate de no hacer un itinerario por Francia sin incluir Estrasburgo. La ciudad es la sede de muchas organizaciones internacionales, y presenta una cultura franco-alemana única que la distingue de otras ciudades francesas. La atracción local más popular es la Cathédrale Notre Dame, una catedral gótica de piedra arenisca que se conserva extraordinariamente bien. La catedral también alberga un enorme reloj astronómico que existe desde el siglo XVII. También puedes visitar el distrito de la Petite France mientras paseas por la ciudad. Esta zona es conocida por sus pintorescas calles y sus casas de madera a lo largo de un pintoresco canal. Si viajas con niños, disfrutarán del pequeño zoológico gratuito en el Parc de l'Orangerie.

La situación geográfica única de Estrasburgo ofrece una vibrante escena gastronómica con cocinas distinguidas. Las principales especialidades de la región de Alsacia son el chucrut, flammeküche o flams, y baeckeoffe, un guiso de carne de res y cerdo. Para degustar estos platillos locales, visita el Skaechele, Zehnerglock y Restaurant Les Chauvins Père & Fils.

Estrasburgo está bien conectada con las redes ferroviarias francesa y alemana a través de los trenes SNCF y Deutsche Bahn. Los autobuses FlixBus y BlaBlaCar Bus salen de Estrasburgo, y también es fácil sólo cruzar la frontera con Alemania para tomar un autobús que salga de Kehl.

Friburgo de Brisgovia, comúnmente conocida como Friburgo, es una ciudad grande del estado de Baden-Wurttemberg, en el sur de Alemania. Situada al borde de la Selva Negra, esta ciudad alberga una de las universidades más antiguas de Alemania y una gran catedral de estilo gótico en su reconstruido casco antiguo medieval.

La catedral de Friburgo se originó como una iglesia románica en el siglo XIII y tardó 300 años en completarse. Esta catedral es una de las atracciones más populares de la ciudad, y es fácil de ver por qué. Cientos de figuras han sido esculpidas en la fachada de arenisca con detalles imposibles, y la entrada es gratuita para caminar por el aún más impresionante interior.

La Münsterplatz es otra de las visitas obligadas de la ciudad. Aunque estuvo a punto de ser destruida en la Segunda Guerra Mundial, esta plaza peatonal adoquinada ha sido restaurada para mostrar sus numerosos monumentos históricos, entre ellos el acentuado y rojo Salón de los Comerciantes Históricos. Los puestos del mercado pueblan esta plaza central todos los días, excepto los domingos.

Uno de los rasgos singulares de Friburgo son los cursos de agua poco profundos que fluyen a lo largo de los surcos de las calles del casco antiguo. Estos arroyos, o bächle, solían abastecer a la ciudad de agua potable procedente del río Dreisam, pero hoy en día acogen carreras de barcas de niños o chapuzones en días calurosos. La leyenda dice que si pisas uno de ellos accidentalmente, te casarás con un lugareño, así que ten cuidado - ¡o no!

Disfruta de la incomparable red ferroviaria alemana en un tren a Friburgo, que llega a la estación de Friburgo. FlixBus y Sindbad también conectan Friburgo con el resto del país y con otras ciudades europeas como Zúrich y Budapest.