Una ciudad rica en historia y cultura, Albuquerque ofrece una emocionante mezcla de elementos culturales latinoamericanos y de nativos americanos. La principal atracción de la ciudad es el centro histórico, el cual tiene una historia de más de 300 años. Con sus pintorescas calles empedradas y sus cobertizos de adobe de colores vivos, el barrio es una mezcla perfecta de las dos culturas, lo que lo convierte en una visión poco frecuente en Estados Unidos. El barrio también alberga la iglesia san Felipe de Neri, la edificación más antigua de la ciudad. Los amantes de la naturaleza encontrarán una agradable sorpresa en el ABQ BioPark, ya que cuenta con un acuario, una playa, un zoológico y un jardín botánico... suficiente diversión para un día completo. Si quieres aprender más sobre la herencia de los nativos americanos, el Indian Pueblo Cultural Center es el lugar que debes visitar.
La escena gastronómica de Albuquerque está entre las más dinámicas en sus alrededores. Sus platillos típicos son fuertes y picantes con un toque distintivo de Nuevo México. El mejor lugar para disfrutar de estos platillos es el High Noon Restaurant and Saloon, favorito de los locales. No olvides también probar el panorama vinícola único de la ciudad, y si deseas probar diferentes variedades de vino, el Albuquerque Wine Festival es una gran oportunidad para hacerlo.
El Alvarado Transportation Center es la estación de autobús y tren más concurrido de la ciudad. El servicio de autobús de Greyhound y Jefferson Lines te llevará de Albuquerque a varias ciudades, como Phoenix, Dallas o incluso Chicago. En cuanto a los trenes, las líneas locales de Amtrak te llevarán a Denver, Santa Fe, Salt Lake City y más allá. El principal aeropuerto de la ciudad es el Albuquerque International Airport, a solo 3 millas (5 kilómetros) al sureste del distrito financiero central.