Autobús de Ámsterdam a Canterbury

La capital holandesa de Ámsterdam es una de las ciudades más eclécticas de Europa, con mucho que explorar. Como centro de la cultura, la historia y la arquitectura, así como del sexo, las drogas y todo lo relacionado con el rock and roll, ninguna cantidad de tiempo en esta vibrante ciudad será suficiente. Por supuesto, esto la convierte en una de las mejores ciudad para visitar después de la graduación.

Para conocer una de las partes más significativas de la historia moderna, visita la Casa de Ana Frank, un humilde testimonio del inquebrantable optimismo y la resistencia de esta extraordinaria niña durante los horrores de la Segunda Guerra Mundial. El Museo Van Gogh y el Rijksmuseum también merecen una visita para descubrir obras de arte de maestros holandeses.

Para conocer la vida contemporánea de Ámsterdam, visita De Negen Straatjes (Las Nueve Calles), un microbarrio repleto de tiendas independientes, restaurantes de comida artesanal y acogedores cafés donde podrás disfrutar de un auténtico café Holandés. Otra actividad que no puede faltar es un recorrido por el emblemático canal, que te permitirá conocer la ciudad mientras te relajas en el agua. Dado que Ámsterdam es conocida por su cultura ciclista, trae tu bicicleta o alquila una durante tu estancia para moverte por la ciudad como lo hacen los lugareños.

Viajar a Ámsterdam es fácil, gracias a sus conexiones con el resto de Europa a través de una amplia red de autopistas, utilizadas por los servicios de FlixBus and BlaBlaCar Bus. Las numerosas conexiones de Ámsterdam son el punto de partida de nuestro viaje económico por los Países Bajos. El aeropuerto Schiphol de Ámsterdam es también un importante centro de viajes internacionales y la Estación Central es una de las mayores terminales de tren de Europa.

Murallas de la época romana rodean el centro de la ciudad medieval de Canterbury, así que sabes que visitarla será como una explosión del pasado. Empieza por explorar las catedrales y castillos que representan la historia de la ciudad, como la Catedral de Canterbury. Además, no te pierdas el museo y mirador medieval Westgate Towers, que combina educación y grandes aventuras en sus salas de escape de temática histórica.

Si te apetece disfrutar del aire libre de la ciudad, dirígete al Paseo de Barham y Adisham, a Beacon Hill Herne Bay, a la Casa y Jardines de Belmont o al Campo de Bigbury. A los conocedores del vino les encantará agitar sus copas en varios viñedos, cervecerías y destilerías. Puedes ir en coche al pintoresco viñedo de Chartham o simplemente unirte a una excursión en grupo a una cervecería o destilería.

Canterbury es una ciudad muy compacta y a la mayoría de los destinos dentro de las murallas de la ciudad se puede llegar fácilmente a través de una corta caminata. Para viajar a Canterbury, puedes tomar un tren Southeastern o un autobús National Express.